Mark Bauer, 18, medicamentos de receta

Relatado por su padre, Phil Bauer 

Desde la muerte de Mark, mi hijo menor, me he hecho muchas preguntas una y otra vez. ¿Qué habría pasado si hubiera hablado más con Mark acerca de los peligros de las drogas? ¿Si hubiera pasado más tiempo enterándome lo que estaban haciendo los chicos entonces? ¿Seguiría vivo Mark si yo no hubiera pasado por alto los indicios de su problema de adicción? 

Hubo unas cuantas ocasiones en los años de adolescencia de Mark, en las que encontré mariguana en su habitación. También sabíamos que ocasionalmente bebía cerveza. En cada ocasión, yo hablaba con Mark de la estupidez de fumar yerba y de beber cerveza a su edad, y después le asignaba cierta forma de castigo. Aunque esas acciones me preocupaban, nunca las vi como una conducta que pusiera en peligro su vida. De ninguna manera pensé que Mark tuviera un problema de adicción. 

En la primavera de su último año en la escuela parecía que había enderezado su vida. Estaba terminando la secundaria y miraba con esperanza hacia el futuro. Profesores y asesores de su escuela hablaban muy bien de él y decían que parecía que maduraba. No había habido incidentes recientes de “fumar yerba” o “beber cerveza”. 

Un jueves de fines de mayo, Mark fue a la escuela, jugó al básquetbol contra el equipo de docentes y empleados y después fue a trabajar en la tarde. Fue un día realmente muy bueno para él. Esperaba con ilusión viajar para acampar en el Parque Nacional Shenandoah, unos cuantos días después, así como su inminente graduación la siguiente semana. 

Pero al día siguiente, el viernes, Mark ya no despertó. Murió a consecuencia de una mezcla de medicamentos de venta con receta. La autopsia reveló altos niveles de oxicodona, morfina, acetaminofén y anfetaminas. Yo no sabía que Mark estuviera tomando medicamentos de venta con receta y no recuerdo haber hablado con él acerca de sus peligros. 

Por desgracia, el problema de tratar de predecir el pasado es que no hay ninguna conclusión. No podemos regresar a cambiar lo que ya sucedió y no hay “segundas oportunidades”. La vida de Mark en la Tierra se acabó (su historia terminó) y nada hay que pueda hacer para cambiar eso. Mi esperanza es que esto sirva de “segunda oportunidad” a otros y que les ayude a evitar la necesidad de algún día “predecir el pasado” acerca de sus propios hijos.