Historia verdadera: Kristina
Last Updated: Wednesday December 1, 2021
Escrito por Kristina
Me llamo Kristina y soy una mujer en recuperación de largo plazo. Lo que eso significa para mí es que desde el 25 de octubre de 2017 no ha considerado necesario tomar psicotrópicos y estoy muy agradecida por ello.
Empecé a tomar drogas cuando estaba en secundaria, con analgésicos que me recetaron a raíz de que me lesioné la espalda en una competencia de atletismo. A causa de mi lesión, perdí la oportunidad de obtener la beca que me habían ofrecido. No pasó mucho tiempo para que me volviera dependiente de los analgésicos.
Después de cierto tiempo ya había adquirido mucha tolerancia, y tenía que tomar más y más pastillas a la vez para sentirme colocada siquiera. Cada vez que iba con el médico para tratamiento del dolor me daba algo más fuerte. Con el tiempo, las píldoras ya no me hacían el mismo efecto y empecé a experimentar con otras drogas. En ese tiempo nunca pensé que me llegaría a inyectar nada. Pero cuando ya no pude sentir el “pasón” con las pastillas, me mostraron cómo inyectarme OxyContin, cuando yo tenía 23 años. De ese día en adelante, el juego había terminado para mí. Más adelante, cuando el OxyContin se volvió demasiado costoso, me introdujeron a la heroína, que era más barata y fácil de conseguir. Me encontré muchas veces haciendo lo que fuera necesario para conseguir mi siguiente “pasón”.
Por años batallé mucho por mantenerme alejada de los opioides. Ha sido un círculo vicioso. Traté muchas veces de mantenerme limpia y sobria, pero cuando empezaba a meterme metanfetaminas y heroína, perdía totalmente el control de mi vida. Y mientras más caía sin control, más imposible me parecía recuperar la cordura. Estaba desesperada y llena de desaliento. Sentía que nunca me habían dado una oportunidad. Fue hasta que admití mi derrota completa y rendí mi vida a una potencia superior cuando pude ver que estaba atada por la enfermedad de la adicción.
El 25 de octubre de 2017 pude entrar en un programa de desintoxicación en el Hostal Santa María. Tenía lo que llamaron recaídas crónicas; yo era alguien que nunca había podido mantener la sobriedad por un periodo prolongado. Después de haber estado en tratamiento por mi trastorno de abuso de sustancias en cuatro ocasiones, fue hasta que pasé por el programa de desintoxicación cuando pude dejar de tomar opioides por completo. Una vez que empecé el tratamiento residencial, me dieron la oportunidad de estar en el programa piloto de Vivitrol (naltrexona en suspensión inyectable de liberación prolongada), que era una inyección mensual durante 16 meses. El Vivitrol me dio la oportunidad de llevar una vida sin ningún opioide. Fue un instrumento enorme para alguien que, como yo, no podía abstenerse de los opioides por ningún periodo.
Hoy tengo 22 meses de estar limpia y sobria. Para mantener mi sobriedad asisto a reuniones de los 12 pasos, acudo a terapia además de estar conectada con mi sistema de apoyo. Hay muchos caminos hacia la recuperación. Ahora yo trabajo como asesora de recuperación con jóvenes. Tengo la oportunidad de compartir diariamente mi experiencia de vida con otros. ¡SÍ NOS RECUPERAMOS!