La temporada de inicio de clases oficialmente ya se nos viene encima. En esta época del año, el aire de otoño está lleno por la emoción del juego de futbol, la corte del regreso a clases, la semana espiritual y el baile. Por desgracia, esas ocasiones sociales también son oportunidades para que algunos adolescentes experimenten con drogas.
Considere estos consejos para promover una temporada de inicio de clases segura y sin drogas.
Hable de las consecuencias
Asegúrese de que su hijo adolescente esté consciente de las consecuencias tanto de consumir drogas, como de ser atrapado por ellas en algún evento escolar (juego de futbol, baile, etc.). Esas consecuencias pueden ser la suspensión o la expulsión de la escuela o incluso cargos penales. Esto sería bochornoso para todas las personas involucradas, y definitivamente no es la manera en que su hijo desearía vivir una de las ocasiones más emocionantes de la escuela.
Procure tener cerca el teléfono para comunicarse por voz o mensaje de texto.
Esté disponible la noche del baile de inicio de clases o de cualquier otro evento social por la noche. Si su hijo se encontrara en una situación mala, en la que muchos de sus amigos estuvieran borrachos o drogados, podría dirigirse a usted para que lo regrese a casa en auto.
Bajo llave
Quítele a su hijo cualquier tentación y guarde bajo llave las bebidas alcohólicas y medicamentos de venta con receta.
Comuníquese con otros padres
Siempre es bueno conocer a los padres de los amigos de su hijo adolescente. Sea parte de una red que puede tener importancia especial en la temporada de inicio de clases. Si le preocupa el paradero de su hijo mientras participa en varias actividades con amigos, podrá dirigirse al grupo de padres para informarse. Asimismo, como es probable que tengan los mismos pensamientos y preocupaciones de que sus hijos consuman drogas, llegan a servir como grupo de apoyo; pueden compartir sus inquietudes entre sí.
Hágale saber a su hijo que el inicio de clases debe de ser una temporada de diversión, de amistad y de recuerdos duraderos, no de consumir drogas.