Historias verdaderas

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Adam Moser, 27, Portsmouth, N.H, fentanilo

Adam Moser era popular, aventurero, atlético, graduado de la universidad, excelente pescador y gran aficionado a la historia de la Segunda Guerra Mundial, que además hablaba francés con fluidez. En 2015 murió a los 27 años por sobredosis de un potente opioide sintético, el fentanilo. 

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Laura Hope Laws, 17, morfina y cocaína

Laura era muy activa como miembro del grupo juvenil de su iglesia, jugadora estrella de la selección de fútbol de su escuela y muy amable con mucha gente. Sin embargo, un analgésico que le recetaron para tratarse una lesión deportiva con el tiempo la llevó a la adicción a la heroína y, finalmente, a una sobredosis de morfina, cocaína y alcohol. 

image of Montana Sean Brown, who overdosed on 25i-NBOMe

Montana Sean Brown, 15, 25I-NBOMe

Montana y sus hermanos pensaron que podrían pasarla muy bien probando LSD por primera vez mientras sus padres no estaban en la ciudad. Sin embargo, el jugador de fútbol de primer año tomó una versión sintética, producida en forma clandestina, que lo mató. 

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Taylor Hooton, 17, esteroides

Taylor Hooton era el lanzador estrella del equipo de béisbol de su secundaria, un atractivo adolescente que tenía todo a su favor. Hasta que los esteroides lo atraparon y él mismo se quitó la vida. 

Irma Perez

Irma Perez, 14, éxtasis

Irma era una chica de 14 años de Belmont, California, que tomó una pastilla de éxtasis. Se sintió mal de inmediato –vomitaba y contorsionaba de dolor– pero sus amigos no le buscaron ayuda médica. 

Heroin

David Pease, 23, heroína

Dave pasó buena parte de sus años de adolescente buscando respuestas en una mezcla de mariguana, cigarrillos y alcohol. 

inhalants

David Manlove, 16, inhalantes

Relatado por sus padres: “Cuando nuestro hijo David tenía 13 y 14 años, descubrimos que había probado el alcohol y fumado mariguana. Reiteramos nuestra regla de que el alcohol y las drogas eran inaceptables e impusimos lo que pensamos eran consecuencias apropiadas. Nosotros vivimos nuestros años de adolescencia y de jóvenes adultos a fines de la década de 1960 y en la de 1970, y como padres creíamos que reconoceríamos los signos de consumo grave de drogas, y pensamos que las acciones de David eran solo la fase de experimentación por la que pasan tantos chicos.

Ian Eaccarino

Ian Eaccarino, 20, heroína

En su último año en la secundaria, su auto fue atacado con bombas incendiarias en la entrada de nuestra casa. En retrospectiva, sí nos dimos cuenta de que eso estuvo relacionado con las drogas. Pero en ese tiempo, la explicación que él nos dio nos pareció lógica. Todo fue una mentira. La actividad de drogas generalmente se asocia con violencia y engaños. 

Jason Surks

Jason Surks, 19, medicamentos de receta

Yo trabajaba para una agencia comunitaria de prevención de abuso de drogas; mi hijo Jason también. Él conocía los peligros. Creíamos que él no consumía drogas; hablábamos de eso con frecuencia. Yo estaba tan convencida de que no las consumía que se volvió una especie de broma entre nosotros. Cuando él salía de casa el fin de semana, yo solía decirle: “Jason, no te metas drogas.” “Ya sé, mamá”, respondía. “No lo haré.” Pero lo hacía.